<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d36639360\x26blogName\x3dPrincipito+desencantado\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLUE\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://principitodesencantado.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://principitodesencantado.blogspot.com/\x26vt\x3d6790624664050696456', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

Principito desencantado

Historias de un principito sin reino y sin princesa

Volvió

22 septiembre 2011
La chica del vestido blanco ha vuelto a aparecer. Primero lo hizo con varios mensajes y después con una llamada telefónica. Muchas explicaciones sin yo pedirlas. Al final intentamos quedar pero de nuevo me dió plantón. Sin embargo, anoche, por fin, la volví a ver. Como de costumbre llevaba vestido aunque esta vez no era su famoso vestido blanco. Hablamos de ella y de nosotros. Ella está bastante liada y nosotros aún no somos nosotros ni de lejos. Le acompañé a casa entre besos y abrazos y con mucha ternura, extraño, acabó la cosa.

Ella me gusta pero tiene muchas inseguridades. Yo hasta que no concluya mi traslado laboral y vuelva a mi nueva ciudad, la suya, tampoco voy a hacer nada más. Veremos si en el futuro somos capaces de pasar algún tiempo juntos o al menos vernos a la luz del día, eso ya sería todo un logro.

Etiquetas: ,

Desaparecida

06 septiembre 2011
La chica del vestido blanco ha desaparecido. Después de tener un contacto más que fluido hasta mediados del mes agosto, desde entonces, no sé nada de ella. Lo último que hablamos fue una conversación intempestiva y muy cordial de más de una hora que acabó con la batería de mi móvil. A partir de ahí tan solo he recibido una postal de su viaje a una céntrica ciudad europea. Nada más.

No sé que habrá pasado. Quizá se ha agobiado, quizá ha conocido a alguien, quizá se aburrió... en fin. Ya desapareció una vez y cuando la esperanza estaba perdida volvió a hacer sonar mi teléfono. Veremos qué ocurre en esta ocasión.

Etiquetas: