11/12/05 Un corazón de vaho
Un día él la invitó a pasar un fin de semana rodeados de amor. Sus padres no estaban y él queria cenar con ella, pasar la noche juntos, despertarse a su lado, hacer el amor... A la mañana siguiente decidieron compartir la ducha. Fue un buen momento. Él salió primero y después compartió su toalla con ella. Mientras sus pestañas llenas de agua la brillaban de felicidad, ella dibujó un corazón en el vaho. Se besaron.
Hoy, él, cada día que se levanta, cada día que entra en la ducha se acuerda de aquel momento, de aquella gota de felicidad que inundo su vida aquel día. Aún hoy, él espera que ese momento vuelva a repetirse. Ella olvidó su champú y a pesar de haber pasado meses de esto, ese pedazo de felicidad aún está en el mismo sitio donde ella lo dejó. Él aún espera que ella vuelva para recuperarlo.
Hoy, él, cada día que se levanta, cada día que entra en la ducha se acuerda de aquel momento, de aquella gota de felicidad que inundo su vida aquel día. Aún hoy, él espera que ese momento vuelva a repetirse. Ella olvidó su champú y a pesar de haber pasado meses de esto, ese pedazo de felicidad aún está en el mismo sitio donde ella lo dejó. Él aún espera que ella vuelva para recuperarlo.