<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d36639360\x26blogName\x3dPrincipito+desencantado\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLUE\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://principitodesencantado.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://principitodesencantado.blogspot.com/\x26vt\x3d6790624664050696456', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

Principito desencantado

Historias de un principito sin reino y sin princesa

Frustrado

22 octubre 2010
Desde el último día que escribí han pasado algunas cosas. Ella sigue desaparecida. Solo la vi el pasado sábado. En un momento de la noche, ya de madrugada, alguien me tocó por detrás en el brazo y era ella. Se había cortado el pelo y estaba muy guapa. Hablamos cinco minutos, de todo y de nada, lo típico a esas horas. De repente hubo un silencio y finalmente ella me preguntó cómo estaba. No me apeteció contestar, le dije que ese no era el momento ni la hora ni el lugar. Además, la semana pasada fui yo el que intentó hablar con ella vía móvil y no hubo respuesta. Lo entendió, se despidió y se fue. Sé que quiere poner distancia, es su forma de defenderse pero tampoco oculto que desde el sábado he pensado en ella más de lo normal. Ahora mismo no puedo decir que tenga el sentimiento tan fuerte que tuve en el mes de agosto pero sé que aún existe y eso me provoca mucha frustración. Frustración no solo por no poder hacer nada para estar con ella sino por el simple hecho de echar de menos su amistad. Se me ha pasado por la cabeza mandarle un mensaje diciéndole todas estas cosas pero tampoco quiero agobiarla. Mis amig@s me dicen que no lo haga, que deje pasar el tiempo y que me olvide de ella pero... cómo olvidar una noche como la que pasé aquel dieciocho de septiembre.

Ente todos estos sentimientos también ha habido algo de sexo. Desde hace tres semanas o así una compañera del trabajo y yo estamos compartiendo bastantes ratos de cama. Los dos estamos casi en la misma situación y nos hemos encontrado. Sé que puede ser peligroso pero al menos pasamos pequeños buenos momentos. Eso sí, después de follar, siempre vuelve el frío.

Etiquetas: ,