Se preveía un finde movido y así ha sido.
El viernes salí con un buen amigo mío y la noche parecía aburrida aunque al final se animó un poquito. Mi amigo quedó con una
conocida suya y allí apareció con su amiga, ella, otra más de la lista. Solo fueron dos noches juntos (
una y
dos) pero no me gustó mucho como acabó aquella historia. Sigo. Ya tarde, en la discoteca, mientras mi amigo compartía un par de besos con su chica, la otra, su amiga, mi vieja amiga, se acercó a mí y en un descuido me comió la boca como si fuera la último que fuera a hacer en su vida. Fue brusco y robado pero no dije que no. La cosa fue cortita, quizás una tercera noche ya sería demasiado.
Sábado. Transcurría la noche tranquila hasta que me encontré en un bar a E, una morena de rizos que ya tenía observada. Hace un mes intercambiamos unas palabras y la chica parecía simpática. La conozco de cruzarnos un par de veces por la calle y de verla en el mismo bar en el que la encontré. Nuestra conversación fue en la puerta y allí estuvimos hablando un buen rato. La dije que quedara conmigo el domingo a tomar algo, que se atreviese... La chica era algo escéptica al principio aunque tenía ganas, si no no creo que hubiera aguantado quince minutos hablando conmigo mientras sus amigas la metían prisas desde la calle. Creo que la han hecho daño, vi miedo en sus ojos y parece que no se fía de nadie. Hace bien. Al final accedió y el domingo quedamos un par de horas. La conversación no fue gran cosa pero el ratito que estuvimos juntos lo pasamos muy bien. Dijo que repetirá. Espero.
Ya os contaré.
Etiquetas: historias, sentimientos, situaciones