Historias de un principito sin reino y sin princesa
Zumo de corazón
Vengo de mis tres cuartos de hora de ejercicio diario. Correr me relaja. Cuando tengo algo de odio, frustración o simplemente estrés siempre opto por correr, es una forma de sacar de mí todo lo que me preocupa. Esta vez la preocupación no consiguió olvidarse de mí. Me pongo el bañador y me relajo en la piscina. Noto como los músculos de mis piernas se relajan en el agua fría. Salgo y me tumbo mirando al cielo con las últimas luces del día. Cierro los ojos mientras Love of Lesbian suena en mi mp3. Qué grandes son. El aire es frío y hace que sienta todo mi cuerpo estremecerse. Mi corazón también lo hace.
"Hubiera sido mejor -dijo el zorro- que vinieras a la misma hora. Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde; desde las tres yo
empezaría a ser dichoso. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto, descubriré
así lo que vale la felicidad. Pero si tú vienes a cualquier hora, nunca sabré cuándo preparar mi corazón..."
Qué sensación de estar pensando lo mismo, de que probablemente lo haga yo tb: el correr, la piscina, y los love of lesbian despuésqué grandes son.
1 beso
Anónimo
Pues chicos, comparto con vosotros la sensación!!! no hay nada mejor para relajarse del todo!
Besines
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