Vuelvo
29 mayo 2009
No sé cómo explicar mi larga ausencia. Podría decir que debido a mis últimos turnos de trabajo no he podido dedicarle demasiado tiempo a esto pero creo que no colaría. También podría decir que por fin he encontrado al amor de mi vida y que ella me ha ocupado durante todo este tiempo pero eso, viniendo de mí, tampoco suena muy convincente. Incluso podría decir que he tenido la suerte de volver a recorrer el mundo pero tampoco es verdad. No lo sé, esa es la verdadera y única razón.
Muchas veces, quizás demasiadas, pienso para mí qué es mi vida o qué he hecho con ella, si soy feliz, si me siento realizado o simplemente si me limito a pasar por ella de puntillas. Muchas preguntas para muy pocas respuestas. Sigo incompleto y con ganas de llenar un vacío pero realmente qué quiero? No lo sé. Ya no sé si estoy en otra etapa de desencanto o es el desencanto el que va unido de manera intrínseca a mi persona. Han cambiado algunos sentimientos, tengo menos rencor, los recuerdos ya no duelen tanto, he madurado; pero por contra he ganado en indolencia, en frialdad, en reflexión...
Y estas cinco últimas semanas qué? Pues dos mujeres pasaron por mi vida, más concretamente por dos noches de mi vida, o sea como casi siempre. Llaman, entran, saludan y se van con las mismas. La mayoría de las veces porque soy yo el que las invita a irse y con tan mala suerte que ellas van y me hacen caso. Otras, como T, se quedaron un ratito, incluso dejaron su pijama y alguna cosa más pero rápidamente optaron por marcharse. Por cierto, pienso demasiado en T. La volví a ver este fin de semana y la rabia me comió por dentro. A veces hasta sueño con ella. Creo que sin llegar a quererla ya tenía un cierto sentimiento hacia ella que ahora es difícil de olvidar.
De lo demás pues se podría decir que ahora mismo soy un hombro donde llorar. A mi compañera de piso la acaba de dejar el novio después de doce años juntos. A mi compañera de trabajo, su follamigo, del que está enamorada (craso error), no la hace caso. A mi mejor amiga M, que ya conocéis, también la ha dejado su novio. Y por último a E más de lo mismo. Será la época del año. No sé, podría hablar mucho de ellas y de sus relaciones pero al final llego a la conclusión de que es mejor sentir, aunque sea dolor, que no hacerlo como hago yo. Sé que tengo la buena y extraordinaria capacidad de saber escuchar pero también necesito que alguien me escuche a mí. Será por eso por lo que escribo un blog?
Ahora estoy de vacaciones en mi ciudad natal. Cada vez tengo menos sentimiento y apego a esta ciudad que tanto quería. No estoy a gusto, no me siento cómodo, ya no conozco a todo el mundo que antes conocía, me he perdido muchas cosas... Vengo y ya quiero volverme. Mis padres son los que más sufren porque son los que menos me tienen aquí con ellos pero qué voy a hacer? En fin. En el fondo sé que tampoco puedo quejarme demasiado pero me falta un complemento, algo que haga que todo tenga sentido... tengo tanto que dar y nadie a quién dárselo...
Creo que por hoy es suficiente. Ya no volveré a estar tanto tiempo sin llorar por aquí. Lo prometo.
Muchas veces, quizás demasiadas, pienso para mí qué es mi vida o qué he hecho con ella, si soy feliz, si me siento realizado o simplemente si me limito a pasar por ella de puntillas. Muchas preguntas para muy pocas respuestas. Sigo incompleto y con ganas de llenar un vacío pero realmente qué quiero? No lo sé. Ya no sé si estoy en otra etapa de desencanto o es el desencanto el que va unido de manera intrínseca a mi persona. Han cambiado algunos sentimientos, tengo menos rencor, los recuerdos ya no duelen tanto, he madurado; pero por contra he ganado en indolencia, en frialdad, en reflexión...
Y estas cinco últimas semanas qué? Pues dos mujeres pasaron por mi vida, más concretamente por dos noches de mi vida, o sea como casi siempre. Llaman, entran, saludan y se van con las mismas. La mayoría de las veces porque soy yo el que las invita a irse y con tan mala suerte que ellas van y me hacen caso. Otras, como T, se quedaron un ratito, incluso dejaron su pijama y alguna cosa más pero rápidamente optaron por marcharse. Por cierto, pienso demasiado en T. La volví a ver este fin de semana y la rabia me comió por dentro. A veces hasta sueño con ella. Creo que sin llegar a quererla ya tenía un cierto sentimiento hacia ella que ahora es difícil de olvidar.
De lo demás pues se podría decir que ahora mismo soy un hombro donde llorar. A mi compañera de piso la acaba de dejar el novio después de doce años juntos. A mi compañera de trabajo, su follamigo, del que está enamorada (craso error), no la hace caso. A mi mejor amiga M, que ya conocéis, también la ha dejado su novio. Y por último a E más de lo mismo. Será la época del año. No sé, podría hablar mucho de ellas y de sus relaciones pero al final llego a la conclusión de que es mejor sentir, aunque sea dolor, que no hacerlo como hago yo. Sé que tengo la buena y extraordinaria capacidad de saber escuchar pero también necesito que alguien me escuche a mí. Será por eso por lo que escribo un blog?
Ahora estoy de vacaciones en mi ciudad natal. Cada vez tengo menos sentimiento y apego a esta ciudad que tanto quería. No estoy a gusto, no me siento cómodo, ya no conozco a todo el mundo que antes conocía, me he perdido muchas cosas... Vengo y ya quiero volverme. Mis padres son los que más sufren porque son los que menos me tienen aquí con ellos pero qué voy a hacer? En fin. En el fondo sé que tampoco puedo quejarme demasiado pero me falta un complemento, algo que haga que todo tenga sentido... tengo tanto que dar y nadie a quién dárselo...
Creo que por hoy es suficiente. Ya no volveré a estar tanto tiempo sin llorar por aquí. Lo prometo.
Etiquetas: historias, sentimientos