Pendientes
Ayer me fijé en los suyos y se lo dije. No pensaba que gracias a esa conversación acabaríamos en el portal de su casa con la ropa tirada en el descansillo de la escalera. Nuestras manos recorrían todos y cada uno de los lugares del cuerpo del otro y nuestros labios jugaban a encontrarse una y otra vez. Fue excitante a la vez que morboso. Cuando despuntaron los primeros rayos de sol nos despedimos con un beso cómplice a la vez que tierno. Algo extraño.
Me gustó. Además ella tenia ese punto de timidez e ingenuidad que aún conservan algunas chicas y que hace que todo sea más lento, delicado y cuidadoso, como si fuera la primera vez. No está mal una noche así entre tanto desencanto.
Me gustó. Además ella tenia ese punto de timidez e ingenuidad que aún conservan algunas chicas y que hace que todo sea más lento, delicado y cuidadoso, como si fuera la primera vez. No está mal una noche así entre tanto desencanto.
Etiquetas: situaciones
Mira, la estrategia de los pendientes todavía no la han utilizado conmigo ;)
Un beso.
macu
Y eso que en tu vida reinaba la monotonía. Me alegro por ti, principito ¿desencantado?
Mua
Anónimo
No se sabe nada, la vida es un cúmulo de casualidades, de palabras dichas en el momento justo, de miradas y deseos que nacen en el mismo segundo.
Extraño pero jodidamente bonito.
:*****!
AVE FÉNIX
Ahhm...asi que cuando uno te dice "qué pendientes más bonitos"...
jejej, bueno es saberlo.
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