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Principito desencantado

Historias de un principito sin reino y sin princesa

Recordando (tal día como hoy)

Aquella tarde fue magnífica, la noche no tanto. Salí de mi casa sobre la una de la madrugada. Me subí en el coche con mis padres sin saber a ciencia cierta donde me llevaría mi camino. En las maletas muchos sueños y alguna tristeza. El viaje fue corto. Apenas media hora hasta la estación donde cogería aquel tren hacía aquel país vecino. En el coche mucho silencio y más de una lágrima aunque las de mi madre y las mías eran por diferentes motivos sin duda.

Llegamos pronto, con media hora de adelanto. La espera se hizo insoportable. Continuaba entre nosotros ese silencio incómodo, triste. Llegó mi compañera de viaje y la escena se tornó dramática. Demasiadas lágrimas. Deseé que ese tren arrancará cuanto antes. Lo hizo y ya no había vuelta atrás. Durante el viaje, mi compañera y yo fuimos conversando sobre todo lo que cada uno teníamos y todo lo que nos esperaba en los próximos cinco meses. Empezaba la verdadera aventura.

Después de ocho horas de viaje llegué a mi destino. Allí nos esperaba una compañera que nos haría de anfitriona. El calor era insoportable, no podía imaginar que en esa época del año hiciera ese calor veraniego. Lamentablemente se cumplieron las peores espectativas y la estación de trenes tan solo era un reflejo de cómo era aquello. Cogimos un taxi y rumbo a la residencia. En media hora escasa nos instalamos y pese al cansancio decidimos ir a conocer la ciudad no sin antes avisar a familia y novia de que habíamos llegado bien.

Paseamos por toda la ciudad recorriendo los sitios más característicos y nos tomamos nuestra primera Sagres acompañada de una folhada mixta a modo de almuerzo. Para entonces la temperatura ya subía hasta los treinta y siete grados. Fuimos a comer a la cantina de la universidad y después a dormir la siesta ya que el descanso era merecido. Ese momento fue el peor. Me quedé solo por fin y creí que esas paredes se me caían encima. Lloré al menos una hora seguida en la que se me pasaron mil y una cosas por la mente aunque reconozco que la opción de volverme fue la más repetida. Qué hacía allí? Por qué estaba en ese lugar? Por qué en ese momento? Solo tenía ese balón de ositos a quién abrazar. Conseguí dormir aunque más por el cansancio acumulado que por las ganas.

Desperté unas seis horas después, casi a la hora de cenar. Conocí a mi compañero de habitación con cierta vergüenza ya que el famoso balón aún estaba a mi lado. Me puse ropa veraniega y me fui a comprar la cena. Pizza y un poco de fruta. Volví a ver a mi compañera de viaje brevemente y quedamos para ir juntos al día siguiente en busca de un piso en el que poder lograr más libertad y autonomía. Ese día compartí mesa con dos polacos. Es triste intentar entenderte en no se sabe qué idioma mientras tus interlocutores se beben una botella de vino blanco. Mientras tanto, solo ella en mi cabeza. Me invitaron a vivir mi primera noche de fiesta en Portugal pero les dije que no, demasiados pensamientos en un solo día. Recuerdo cuando me volví a meter en la cama y antes de dormir recibí un mensaje. Era de ella. Esta vez no lloré, sonreí.

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Blogger Darcy

Espero que no te durase mucho ese estado de tristeza en Portugal y que algo lo disfrutaras. SEguro que sì.
Supongo que es normal. A mi me pasò lo mismo cuando me vine a Italia, y mìrame, llevo ya 4 años aqui..:-)


Un beso.    



Anonymous Anónimo

Es normal ese sentimiento cuando por un periodo de tiempo te distancias de los tuyos, lo bonito es poder recordarlo con una sonrisa en la cara.

Besines príncipe!    



Blogger Ray Coy

Vaya, a los dos nos ha dado por recordar viejos tiempos. ¿Sabes? Me ha resultado entrañable la imagen del balón de ositos. Me he imaginado a un principito solo y melancólico en una habitación, abrazado a tan curioso objeto y me ha producido ternura. Un beso.    



Blogger timimi

vaya me he sentio tan identifica contigo se lo q sientes
animo pa lante a sonreir y ser feliz    



Blogger Barbi

Tengo la sensación de que sigues atrapado en el pasado Principito... leo tu blog desde hace mucho, y sé lo que te paso con Amarillo y que te ha dejado tan marcado... por eso recuerdas el dia que te fuiste?... te arrepientes?... no te diré que te olvides del pasado, no debes, pero no dejes que invada tu presente... que la melancolia te invada por un rato puede ser hasta beneficioso, pero no te regocijes en ella... tienes mucho camino por recorrer aun!!! no mires tanto hacia atras! eres quien eres por lo que has vivido, por lo que has aprendido y por lo que haces... mira adelante e imaginate quien puedes llegar a ser, hasta donde puedes llegar y que sorpresa te puede esperar en el camino, tal vez (seguro)conozcas a alguien que valga la pena y que quiera acompañarte!!

Un beso guapo!    



Blogger Enigmática

Pobre balón de ositos... ahora está solo, frio y triste... pero... y cómo estás tú?

Besos,

Enigmática    



Blogger Gwynette

Que tristeza!..te fuiste de España a Portugal?..cuanto tiempo estuviste fuera?..ella te esperó?..ay! que sensación más grande de vacío...


Besitos, principito    



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